El cuento al revés

Érase una vez un
cuento al revés,
donde el lobo no era malo
ni los cerdos eran tres.

Érase una vez,
érase que se era,
un gran barco pirata
sin vigía ni bandera.

En el cuento al revés
no existían las princesas,
los calderos hervían
con sirope de fresa.

Érase una vez,
érase que se era,
un dragón sin tesoro,
sin doncella ni cueva.

En el cuento al revés
eran feas las sirenas,
Pulgarcito era enorme
y las brujas, buenas.

Érase una vez,
érase que se era,
unas hadas malvadas
que vivían en chumberas.

En el cuento al revés
no se viaja en calesa,
ni los besos de un príncipe
resucitan princesas.

Érase una vez un
cuento al revés.
Si lo quieres entender,
escúchalo otra vez.

Y colorín, colorado,
este cuento hemos cambiado.