Mi querido, mi viejo, mi amigo…

Esos tus cabellos blancos, bonitos
ese hablar cansado, profundo
que me lee todo lo escrito
y me enseña tanto del mundo.

Esos pasos lentos que ahora
caminando siempre conmigo,
ya corrieron tanto en la vida
mi querido, mi viejo, mi amigo.

Esa vida llena de historias
y de arrugas marcadas por el viento,
recuerdos de antiguas victorias
son lágrimas lloradas al viento.

Tu voz dulce y serena me calma,
y me ofrece refugio y abrigo,
va calando dentro de mi alma,
mi querido, mi viejo, mi amigo.

Tu pasado vive presente
en las experiencias sentidas,
y en tu corazón consciente
de las cosas bellas de la vida.

Tu sonrisa franca me anima
tu consejo sabio me cría
abro el corazón y te digo
mi querido, mi viejo, mi amigo.

Yo, te he dicho casi todo,
y casi todo es poco,
frente a lo que yo siento.

Mirando tus cabellos
tan bonitos
abro el corazón
mi querido, mi viejo, mi amigo…

Roberto Carlos