… y al tercer año, resucitó
Eran las siete de la mañana (o sea, las seis solares) y hacía un frío respetable en la sierra de Guadarrama. El sacristán, bostezando sin parar, encendió la luz...
Eran las siete de la mañana (o sea, las seis solares) y hacía un frío respetable en la sierra de Guadarrama. El sacristán, bostezando sin parar, encendió la luz...