Los pescadores y las piedras

 

Una fábula corta de Esopo sobre los vaivenes de la vida.

Un grupo de pescadores notó que la red que habían echado al agua pesaba mucho. Llenos de alegría (pues pensaban que estaba repleta de peces), comenzaron a cantar y a bailar, y hasta celebraron una pequeña fiesta.

Pero al recoger la red, vieron con tristeza que no eran peces, sino piedras. Entonces, comenzaron a a lamentarse y a llorar. Sentían rabia, no tanto por las piedras que encontraron en la red, sino por lo que habían esperado encontrar y no encontraron.

Sin embargo, uno de los pescadores, el más viejo de todos, no lloraba, ni maldecía, sino que les dijo:

Dejad ya la tristeza y el enfado. No sirve de nada. Sabed que la alegría tiene como hermana a la tristeza. Y así también vivimos buenos momentos, también debemos vivir los malos de vez en cuando.

Moraleja: “En la vida, a buenos momentos les siguen malos y a los malos, buenos. Estemos preparados para cuando llegue el momento».

Reflexiones sobre esta fábula corta de Esopo

No se trata de ser conformistas con la vida, sino de aceptar las «estocadas» que nos lleguen con positivismo:

La vida no es un camino de rosas: cuanto antes entendamos que la vida es un equilibrio de fuerzas opuestas, antes entenderemos que no podemos vivir ajenos a ciertos problemas. La alegría viene de la mano de la tristeza y la felicidad, de la frustración.

La vida no es plana, sino que ofrece todo tipo de emociones contradictorias que debemos manejar de la mejor manera posible. El miedo nos puede llevar a la prudencia, el enfado, a la autoreflexión… La vida es una alternancia de vaivenes. Alegrías seguidas de tristezas y tristezas seguidas de alegrías.

Siempre positivos: lo importante es enfrentarnos a los malos momentos recordando todos los buenos que vivimos. De esa forma, no dejaremos que la tristeza se transforme en esa melancolía que nos paraliza y nos impide avanzar. ‘Sí, pasamos por un mal momento, pero pronto vendrá uno bueno’. Esa es la actitud positiva que nos ayuda, que aporta y no destruye.